“Si mi ojo no me miente, castillo habrá para siempre”
Afirmación dada por su constructor para referirse al
emblema de la localidad de Herrera del Duque: El Castillo. No se equivocaba,
pues asentado sobre la sierra Chamorro,
de 745 metros de altura, emerge su poderoso castillo, solemne e impasible ante
el tiempo.
El castillo tiene dos posibles
orígenes. Algunos piensan que puede ser musulmán, otros lo consideran mucho más tardío,
datándolo en el siglo XV.
A lo
largo de su historia ha pertenecido sucesivamente a la Orden de Alcántara y a la jurisdicción de los Ducados de
Osuna, Béjar, Vizcondado de Puebla de Alcocer.
En la actualidad, la propiedad del castillo
recae en manos del ayuntamiento de Herrera del Duque, comprado en el año 2009
por 60000 euros a sus antiguos dueños.
El
material principal utilizado para su construcción es la piedra, aunque también se
utilizó el ladrillo para puertas y ventanas.
Su forma es singular, polígono irregular de ocho lados. Sus muros
presentan una altura de unos 20 metros y un grosor de unos 4. No presenta
almenas, aunque mantiene el camino de ronda. En su origen, tuvo barbacana, foso
y torre del homenaje.
Se levanta sobre una roca natural, que le sirve de cimentación. Se accede a través de un gran arco de ladrillo que nos lleva a un espacio abovedado.
Se levanta sobre una roca natural, que le sirve de cimentación. Se accede a través de un gran arco de ladrillo que nos lleva a un espacio abovedado.
Tras atravesarlo, se encuentra
una cámara que nos conduce a la Torre del Homenaje, no apreciable desde el
exterior, y al patio del castillo, en el
que perduran las dependencias de la zona
noble, una fuerte mazmorra y un gran
aljibe abovedado. No obstante, lo más interesante son unos
restos de muro, en el que se observan ventanas con forma de arco de herradura
insertadas dentro de un alfiz.
CASTILLO DE HERRERA- VÍDEO:
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